Cuando se anuncia la llegada de un bebé, los miembros de la familia atraviesan muchos cambios para adaptarse al nuevo integrante del hogar; por ello, también surgen nuevos conflictos, en especial con los niños.
Los niños, al tener miedo de perder el cariño y atención de sus padres, pueden llegar a sentirse celosos del nuevo hermanito, manifestándose a través de conductas variadas como: quejas, llanto fácil, rebeldía, retomar hábitos o lenguaje infantil, solicitar atención constante de los padres, entre otros. Estas conductas son completamente normales y, si se gestionan de manera adecuada, el niño las irá superando. Sin embargo; si esto no sucede, puede desarrollar el llamado “Complejo de Caín”, que hace alusión a los hermanos Caín y Abel de la Biblia.
En este complejo, los celos desmesurados intensifican las conductas del hermano mayor, llegando a actuar de manera rebelde y agresiva con los padres e incluso podría intentar lastimar al hermano menor.
En estos casos, podemos ayudar a los niños mayores a controlar sus celos siguiendo estas pautas:
- Prepararle para la llegada del hermano y hacerle participar de los preparativos como pidiéndole que ayude en la preparación de la habitación, que elija algún juguete o ropita para el hermano por venir.
- Ayudarle a entender sus sentimientos y emociones a través de juegos o cuentos.
- Dedicarle momentos “exclusivos” al niño y hacerle ver que sigue siendo importante y querido.
- Respetar sus espacios de juegos y rutinas.
- Evitar las comparaciones entre hermanos y resaltar las cualidades de cada uno.
- Tratar de que los familiares o amigos le presten atención y no sólo se fijen en el pequeño.
Psic. Andrea González
Psicología Interal Yo Puedo
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