En el presente estamos siendo testigos de diferentes casos de agresión variada donde el impulso y la carencia de límites lleva a algunos jóvenes a cometer actos reprochables contra otros, muchos padres se preguntan que es lo que estuvo mal, donde estaba el error, y si bien es cierto los padres son responsables del comportamiento de los hijos, esto se cumple hasta determinado momento, donde el entorno y las experiencias personales del propio joven determinan el actuar en el presente.
En la etapa de la infancia, existen algunas pautas de crianza que podemos considerar para que nuestro hijo pueda tener un desempeño social adaptado con respeto al otro, aceptación de límites que le permitan salir de situaciones complejas de la vida, situaciones que de no ser bien manejadas podrían llegar a terminar en malos momentos que podrían marcar la historia de vida de nuestros hijos.
A continuación algunas sugerencias:
1- Respeto hacia el otro, consiste en respetar y considerar importante lo que piense, sienta o exprese la otra persona o el otro niño, así por ejemplo si tu hijo quiere la pelota del amigo, debe esperar y pedírsela, no arrebatarla, por más que quiera y aún a pesar del llanto que existiera, por más ganas de tener la pelota del otro niño, deberá aprender a esperar, pedirla y aceptar si el otro niño no desea hacerlo, eso le enseñará el sentido de pertenencia y los límites.
2- Respeto hacia sí mismo, se enseña a compartir, ser solidario y respetar al otro, pero también es importante el propio respeto, pensar en los propios intereses para que ser solidario no signifique un sacrificio para el propio niño, es decir, que si el sobrino de mamá quiere usar el muñeco favorito, es válido decir que no si es eso lo que realmente se quiere, el niño puede ofrecer otra cosa o simplemente explicar que preferiría no hacerlo y no por ello estaría siendo egoísta, estaría enseñando que existen límites para el otro y que se respeta a sí mismo.
3- Respeta sus intereses, tu hijo puede tener intereses diferentes a los tuyos, no siempre va querer lo que a ti te gusta, si detectas algo perjudicial para él, puedes mostrarle tu parecer sin descalificarlo a él, es decir, no es él el malo, si no el contenido de lo que le estaría interesando. Si consideras que hay un riesgo o peligro en sus intereses, averigua que le atrae y cómo llegó a él para poder intervenir, de lo contrario, si solo se trata de un interés que no te agrada, respeta su decisión e intenta aprender más para conocer que es lo que le atrae, permite que te enseñe, así estarás dándole empoderamiento, confianza y seguridad en si mismo.
4- Tolerancia a la frustración, debes perder el miedo al llanto de tu hijo, experimentar frustración es parte del desarrollo emocional necesario para poder enfrentarse a la vida, cuando el niño aprende que no puede tener lo que desea, como y cuando quiera, aprenderá también que hay cosas o decisiones de otras personas que no podrá cambiar, que no podrá tener todo lo que quiera y o por ello se acaba su mundo. Así podemos ver superar el llanto por no tener el juguete que quería, a la tristeza por no tener a la pareja que quiso, o la fortaleza para enfrentar la frustración de no alcanzar el trabajo que tanto esperó, sin que signifique que se cierran las puertas de su vida, comprendiendo que es posible cambiar de estrategias, esforzarse más o cambiar de propósito.
5- Empatía, enseña a tu hijo a pensar en el otro y a ponerse en el lugar de la otra persona, así podrá ver las cosas desde la otra perspectiva, podrá comprender que es lo que la otra persona puede sentir o pensar, ser empático podrá permitirle hacer las cosas sabiendo que hay otras personas y que lo que hacemos tiene impacto en los demás, por lo tanto, debemos ser cuidadosos con los otros y con nosotros mismos.
Si quieres mayor orientación específicamente para tu hijo, búscanos.
Lic. Sarela Quiroz
Psicóloga Psicoterapeuta
991 988772.