Sabemos hoy en día que la procrastinación es más conocida con la frase ‘’dejar para mañana lo que puedes hacer hoy’’, debido a que tendemos a postergar o diferir de aquellas responsabilidades que requieren ser ejecutadas. Sin embargo, identificar la procrastinación en algunas ocasiones puede resultar difícil, pues a menudo se camufla entre una amplia variedad de emociones. No obstante, es importante poder hacerlo, dado que es una dinámica que frena nuestra vida y en algún aspecto la detiene, alejándonos de nuestros objetivos y, en ocasiones, incluso de nuestros valores.
Podemos tener en cuenta las siguientes estrategias como medidas de prevención para evitar la procrastinación:
- Establece tus objetivos:
Al establecer tus objetivos, debes intentar ser lo más específico posible. Las metas muy generales o amplias no son motivadoras. Incluso pueden causar cierta incomodidad porque se consideran demasiado lejos o de difícil acceso.
- Organiza tu día:
Debes planificar tus actividades diarias para saber siempre cuál será tu próxima tarea, lo mejor es planificar con un día con antelación y empezar el día con objetivos claros y precisos.
- Divide tu trabajo:
Divide tu trabajo en pequeñas tareas que sean fáciles de resolver. Cada parte de tu trabajo se convierte en una tarea sencilla que, una vez completada, te proporciona una sensación de logro y aumenta tu motivación.
- Elimina distracciones:
Para que puedas concentrarte más en tus tareas a realizar, elimine o reduzca las posibles fuentes de procrastinación. Superar la procrastinación puede ser más valioso en un ambiente lleno de distracciones y otras fuentes de entretenimiento.
- Recompensa tu estrés:
Tener una recompensa te anima y alienta a trabajar de manera más eficaz y productiva. Si bien puedes elegir cualquier recompensa que desees, una buena opción son las actividades placenteras que has estado evitando.
- Personaliza tus estrategias:
Si quieres reducir el impacto de este mal hábito, es importante observar tu comportamiento. No todos posponemos las cosas de la misma manera y no todos nos sentimos impotentes en las mismas actividades. Debes decidir qué actividades utilizarás como rutas de escape.
Aunque la procrastinación suele afectar aspectos importantes en nuestra vida diaria, sobre todo cuando se hace un hábito constante, es importante emplear estrategias para evitar consecuencias que nos puedan generar estrés, ansiedad y una disminución en la proactividad de nuestro día a día. si identificas indicadores de procrastinación, intenta poner en práctica las recomendaciones señaladas para detenerte antes que se convierta en un hábito.
Psic. Carolina Soriano Mogollon
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