Image: Universal Pictures, Illumination.
¡El Grinch odiaba la Navidad! ¡Todo lo relacionado a la Navidad! Ahora, por favor, no preguntes por qué. Nadie sabe con certeza la razón.
La Navidad es una fecha muy esperada por todos, donde el espíritu navideño nos invade para dar paso a la unión familiar, los regalos, los banquetes y las vacaciones.
Entonces, ¿Qué pasa? ¿Por qué hay personas a las que no les gusta la Navidad? Pues, se trata de diferentes razones, no obstante, los proclamados “Grinchs” que parecen estar hartos de Papa Noel.
No hay una razón exacta, pero lo cierto es que no tiene nada de malo: el creer que le tiene que gustar a todos es un error. ¿Todos disfrutamos de la misma comida? ¿La misma música? No, ¿verdad? Es imposible. Pero tenemos tan arraigada en nuestra cultura la magia de la navidad y todo lo que implica que nos auto obligamos a convencernos de que somos felices con ella cuando no es así.
La rutina de las fiestas es cosa que puede resultar molesta para mucha gente. La Nochebuena es tradición y, como tal, puede ser demasiado rígida. El mismo pino blanco (aunque aquí no haya pinos y menos nieve), el clásico pavo que casi nunca varía, el mismo plan de juntarse todos en casa de algún familiar y cantar los mismos villancicos una y otra vez hasta que suenen las 00:00 de la noche para abrir los regalos y comer panetón con chocolate (aunque estemos en pleno verano). Nos empeñamos en sentir estos días como especiales y quizá en un principio si lo fueron, pero a medida que repetimos la rutina año tras año, la emoción deja de ser la misma.
Y si queremos sacar un tema polémico, se puede mencionar a la familia y los amigos. Es hermoso poder reencontrarse con los seres queridos y compartir un momento agradable, pero si no es así, la celebración se convierte en una guerra fría, dónde te ves obligado a convivir con personas que no te agradan, fingir una buena cara y dar abrazos sin sentimiento para no arruinar el ambiente.
Sin embargo, esta falta de entusiasmo también podría tener un origen anatómico.
Una investigación publicada en la revista British Medical Journal, revela que el llamado “espíritu de la Navidad” se encuentra localizado en distintas áreas cerebrales relacionadas a la espiritualidad, el reconocimiento de emociones faciales, la alegría y la nostalgia, las cuales están presentes durante la temporada navideña. Por lo tanto, aquellas personas que sienten indiferencia hacia las fechas festivas tienen una baja actividad cerebral en estas zonas, lo cual explicaría su falta de “espíritu navideño”.
Sean cuales sean las razones, no hay que dejar que las cosas que detestamos sean más importantes que las que amamos. Puedes ser indiferente a la Navidad, pero aun así puedes disfrutar de las cosas y de las personas que te hacen feliz, todo a tu propio estilo.
Sean o no como el Grinch. ¡Felices días a todos!
Psic. Andrea Gonzáles
Yo Puedo Psicología Integral
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