Por lo general, la llegada de un nuevo bebé al entorno del hogar es esperado con bastante alegría, pero en relación a ello trae también un singular número de cambios relevantes en la estructura y rutina familiar. Esto se puede traducir en cambios en la dinámica a la hora de cenar, nuevas necesidades que atender, etcétera.
Los hermanos mayores, aunque puedan estar alegres y expectantes ante este nuevo miembro de la familia, pueden también sentir la colisión en el normal funcionamiento de su casa. Si es hijo único, este pasa a ser el hermano mayor, y si es el menor, pasa a ser el hermano del medio.
Este cambio familiar puede afectar el comportamiento del hermano o hermanos mayores, despabilando celos que pueden o no tener consecuencia en su conducta. Algunos “asumen que “dejan de ser protagonistas” y creen que “les quieren menos”, porque “sus padres prefieren al nuevo hijo”. Es posible que todos en algún momento de la infancia hayamos sentido celos ante la llegada de un hermano, sin embargo, la manera en como se conduzca es lo que va hacer la diferencia, claro está que la actitud y el manejo que tengan los padres va a contribuir a superar esta etapa de manera más saludable. La llegada de un nuevo miembro puede resultar para el hermano mayor, una oportunidad de compañía y expresión de amor, un amor que le acompañará por el resto de sus vidas.
Entre las alternativas que se tiene para poder combatir las conductas o emociones, de celos, tenemos:
- Evitar decirle que su nuevo hermano (si es un bebé) va a jugar con él siempre, porque se crean expectativas que no se cumplirán en ese momento y podrían generar desilusión en el niño.
- Enseñar al niño fotos y objetos de cuando era un bebé, como ropa o juguetes, con el objetivo que aprecie su propia etapa junto a la del hermano.
- Explicar al niño que un bebé precisa muchos cuidados, tiempo y atención, porque no puede hacer nada por sí solo, pero que eso no cambia el amor que se siente por el resto de los hermanos.
- No dar responsabilidades de modelo o cuidados hacia el hermano, el generar responsabilidad para la que no están preparados podría dificultarla aceptación del hermanito en el intento de desligarse de las responsabilidades.
- Propicie espacios para compartir en familia junto al bebé y al hermano mayor para que juntos puedan pasar gratos momentos viendo televisión, cantando, jugando, etc.
- Respete los momentos personales de cada uno sin invasión de los espacios personales de lactancia, aseo o sueño del bebé y del hermano mayor.
Si nota que los celos persisten y se presentan conductas como llantos continuos, irritabilidad, alteraciones de sueño y/o alimentación, consulte con un especialista, quizá su niño no esté asimilando adecuadamente la llegada del nuevo miembro.
Psic. Diana Espinoza
Psicología Integral Yo Puedo
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