En el transcurso de la vida, a menudo nos encontramos con la dificultad de soltar aquello que, lejos de aportarnos bienestar, puede ser fuente de dolor o estancamiento. Nos resistimos al cambio y buscamos controlar lo inevitable, atrapados en dinámicas que nos limitan y nos alejan de nuevas oportunidades. Esta resistencia puede manifestarse como un deseo de permanecer en zonas de aparente seguridad, aunque éstas no nos brinden plenitud.
A veces, persistimos en ambientes o relaciones que no nos proporcionan paz por miedo a enfrentar lo desconocido. Este temor nos lleva a aferrarnos a una falsa tranquilidad, aquella que hemos aprendido a resignar y aceptar, aunque nos mantenga insatisfechos. Este patrón es común: el cambio trae consigo incertidumbre, frustración y, en muchos casos, sufrimiento, lo que puede hacer que evitemos dar el paso necesario para avanzar.
Sin embargo, no soltar es como aceptar que no merecemos algo mejor. Es negarnos la posibilidad de crecer, de aspirar a un amor más sano, a una experiencia laboral más significativa o a un camino de vida más alineado con nuestros valores. En cualquier ámbito —sea profesional, personal o emocional— el cambio es inevitable. Algunos cambios son un paso adelante hacia nuevas oportunidades; otros, una necesaria depuración de lo que nos frena o nos lastima.
«Dejar ir» es más que una frase, es un acto de conciencia y liberación. Es permitirnos romper los lazos con aquello que nos limita para abrir espacio a lo que está por venir. Este proceso implica desapego emocional, pero también un cambio de mentalidad que nos permite ver el futuro con mayor claridad y receptividad.
Prepararse para dejar ir no significa ignorar lo que se siente, sino reconocerlo y aprender de ello. Se trata de abrirse a nuevas experiencias y estar presentes en el momento actual. Si permanecemos en situaciones que nos generan insatisfacción o malestar, nos privamos de oportunidades valiosas para alcanzar la calma, la felicidad y el propósito que verdaderamente merecemos.
El primer paso es confiar en el flujo de la vida y en nuestra capacidad de adaptarnos a lo nuevo. Solo dejando ir aquello que nos pesa, podremos llegar a aquello que nos libera.
Psic. Ana Dextre
PSICOLOGÍA INTEGRAL YO PUEDO
991 988772 / 965 703600