Entramos al mes de la mayor celebración mundial, y nuestro país no podría ser la excepción, es la época del año en donde algunos intentan dar y recibir lo mejor de las fiestas. Regalos, reuniones, tráfico, villancicos, luces, intercambios de regalo, compromisos de padres, padrinos, amigos, hijos, familiares, etc. Sin contar con la ropa y las infaltables cenas en las que comemos de todo para luego arrepentirnos.
El contexto se pinta alborotado, se postergan cursos, necesidades incluso de salud, entre otras, y las necesidades de aceptación desde lo material toman protagonismo. Sin embargo, necesidades básicas como las necesidades de contacto seguro, de afecto, asociadas a la unidad e integración a un grupo familiar, toman un especial protagonismo, ante la exigencia de “pasar una feliz Navidad y un Venturoso Año Nuevo”, no obstante, ¿Acaso las familias que este año perdieron a sus seres queridos, o tuvieron fuerte afectación por efectos de la pandemia pasarán una feliz Navidad? ¿Acaso no basta estar de pie, resiliente en el proceso de duelo o asimilación?
Hemos perdido el verdadero sentido de la felicidad, aprendimos a materializar el afecto con regalos o propinas para los niños, con reuniones, que hoy con el “distanciamiento social” y las vacunas se convierten en una “opción” para celebrar. ¿Es que acaso debemos ser felices porque es navidad? ¿Debemos tener un feliz Año? Mi respuesta es NO. La felicidad es en estado emocional de disfrute, calma y satisfacción que nos permite amar el momento y conectarnos con lo que pasa, abrazar, reír, o simplemente disfrutar de la calma del momento. Todo esto lo puedes vivir en cualquier circunstancia o época del año, no forzarte a hacerlo porque llegaron las fiestas navideñas. Quizá algunas familias estilen reunirse y disfrutar de estar juntos (el mejor regalo de la vida), en este como el año anterior, creo que es importante respetar nuestros tiempos y no forzarnos a “tener que ser felices por que vienen las fiestas” ya que lo lógico, es que para algunos, será una navidad con tristeza, emoción válida por lo que pasaron, no obstante, cuando nos quitamos la carga de ser felices por fiestas, y simplemente somos respetuosos con nuestras emociones, nos daremos cuenta que la navidad sin estrés y sin exigencias, hará que esta fecha resulte más llevadera.
Fiestas navideñas sin estrés significa, no tener que hacer lo que el comportamiento social acostumbra, y recordar el sentido de la Navidad, la parte espiritual que implica una celebración de integración familiar, no un momento para endeudarse con tal de dar regalos para que sepan que amo a mi familia, o comprar regalos apurados y a última hora en locales llenos, exponiéndonos a aglomeraciones nada saludables.
El estrés está bien lejos de la felicidad, diría que quizá el estrés sea uno de los generadores de conflictos que nos arrebata la felicidad.
¿Qué tal si estas fiestas decidimos hacer lo que nos permita estar bien? Sin exceso de reuniones, sin endeudamientos ni regalos bajo presión, sin compromisos ni excesos de comida, ¿Qué tal si simplemente seguimos buscando nuestra tranquilidad y la de los nuestros con momentos significativos para compartir en un lonche diario familiar, en almuerzos sin celulares, en momentos en la sala sin televisión, etc?
A continuación, algunas sugerencias para pasar relajadas fiestas navideñas
- Recuerda que las fechas son importantes porque las personas hacen el momento valioso.
- Puedes compartir momentos de unidad e integración el cualquier época el año, encárgate que sea un estilo de vida.
- Preocúpate por valorar y disfrutar lo que tienes y a quienes tienes cerca, son ellos conquienes ahora puedes disfrutar.
- Jamás materialices las reuniones familiares, condicionarás el amor a lo material, atrévete a elaborar regalos significativos como cartas, semblanzas, etc. Que durarán a lo largo de la vida en el recuerdo de lo hermoso.
- Acepta solo participar en las reuniones que verdaderamente vas a disfrutar.
- Evita el tráfico y la aglomeración desplazándote a pie o en bicicleta, así podrás usar el tiempo para apreciar tu entorno, escuchar música o conversar con un acompañante.
- NO tienes porqué sentirte feliz en fiestas navideñas, si en tu caso no hay razón, con que puedas estar tranquilo (a) es suficiente.
- Si tuviste una pérdida de un familiar este año, date un tiempo para llorar si así lo sientes, tienes derecho a expresar tu dolor en cualquier fecha, no hay ninguna restricción.
- Planifica momentos para compartir con tu familia durante todo el año, organicen juntos paseos o encuentros que les gustaría vivenciar.
- Tienes derecho y puedes decir NO, si deseas quedarte para evitar tráfico o aglomeraciones.
- Estate atento a tus propias necesidades, así atiéndelas y préstate atención para que no busques atención en los demás.
Tienes derecho a disfrutar la vida, no solo las fiestas navideñas.
Lic. Sarela Quiroz
Psicóloga Psicoterapeuta
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