Conductas de salud
Las conductas de salud son aquellos comportamientos que las personas realizan para prevenir enfermedades y promover su bienestar, como dejar de fumar, practicar ejercicio o mantener una alimentación adecuada. Estas no surgen de manera aislada, sino que dependen de múltiples factores que interactúan en el contexto del individuo.
Los factores que determinan la salud pueden agruparse en cuatro categorías principales. En primer lugar, los factores demográficos y sociales, como la edad, el nivel educativo, el acceso a servicios y el género, que influyen en la probabilidad de adoptar hábitos saludables.
En segundo lugar, los factores situacionales, entre los que destacan la familia y el grupo de pares, que poseen un impacto significativo en las elecciones individuales.
En tercer lugar, la susceptibilidad hacia los síntomas también orienta la conducta: las personas evalúan su vulnerabilidad y gravedad frente a enfermedades, así como los beneficios y costos de modificar hábitos, antes de emprender cambios.
Finalmente, los causales psicológicos, que incluyen factores emocionales y cognitivos. En ese sentido, el estrés y los estados emocionales negativos suelen dificultar la práctica de conductas saludables, mientras que las creencias erróneas sobre las enfermedades pueden conducir a riesgos innecesarios.
Promoción de estilos de vida saludables
La promoción de la salud tiene como objetivo identificar y reforzar aquellos comportamientos que mejoran la calidad de vida y reducen los riesgos de sufrir enfermedades. Por ejemplo, la actividad física reduce la probabilidad de padecimientos cardiovasculares, ayuda a controlar el peso y regula el metabolismo, al mismo tiempo que favorece la estabilidad emocional y disminuye la ansiedad y la depresión.
Por otro lado, la nutrición adecuada ayuda a mantener un estado saludable. En ese sentido, seguir una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, cereales y baja en grasas saturadas y azúcares refinados, previene enfermedades como la diabetes, la hipertensión o ciertos tipos de cáncer.
Finalmente, la promoción de la salud también contempla la adopción de comportamientos de seguridad, pues los accidentes representan una de las principales causas de mortalidad, especialmente entre jóvenes. Es así como, las acciones que parecen mínimas como el uso del cinturón de seguridad, la reducción de la velocidad o de conductas temerarias pueden disminuir el número de accidentes en la población.
Desafíos frente al consumo de drogas
La literatura demuestra que uno de los mayores retos en las conductas de salud es el consumo de drogas, tanto legales como ilegales. En ese sentido, existen drogas como el tabaco y el alcohol que son las principales causas de mortalidad prevenible en el mundo.
Se entiende que el tabaco provoca alrededor de tres millones de muertes anuales, lo cual supone más que todas las drogas ilegales combinadas. Las consecuencias que se desprenden de su uso abarcan enfermedades respiratorias, cardiovasculares y diversos tipos de cáncer. El alcohol, por su parte, está estrechamente vinculado con accidentes de tránsito, violencia y problemas hepáticos.
En cuanto a las drogas ilegales, como la heroína, la cocaína o la marihuana, aunque su consumo es menor en comparación con el alcohol y el tabaco, generan graves problemas sociales, sanitarios y de seguridad pública. Estas sustancias, además de sus efectos farmacológicos, exponen a los usuarios a riesgos adicionales derivados de la falta de control en su producción y venta.
Si crees que necesitas ayuda, no dudes en buscar orientación profesional.
Psic. Daniel Muñoz
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