En la vida cotidiana, nuestra mente tiende a enfocarse muchas veces en los eventos negativos, dejando de lado los momentos positivos que también ocurren a lo largo del día. Esto nos lleva a cuestionar constantemente nuestras decisiones y acciones pasadas, así como a anticipar un futuro lleno de dificultades sin ningún fundamento sólido. La mente, sin una guía clara, se acostumbra a buscar y detectar problemas, identificar obstáculos y lamentar ciertas ausencias personales, alimentando así un ciclo de pensamientos rumiativos.
Sin embargo, numerosos estudios han demostrado que adoptar una actitud de gratitud puede ser una poderosa herramienta para acercarnos a la felicidad y la autorrealización. Aunque parezca simple, mostrar gratitud es algo que pocas personas logran hacer de manera consistente. Aquellos que desarrollan la capacidad de sentir y expresar gratitud valoran lo positivo que tienen en sus vidas en el presente, lo que les permite experimentar emociones positivas de forma continua y mejorar su capacidad para resolver problemas.
Al cultivar el hábito de expresar gratitud por pequeños y grandes eventos que ocurren en nuestras vidas, adoptamos una nueva perspectiva para enfrentar los desafíos. Nos volvemos más propensos a ver la bondad y las oportunidades que nos rodean, encontrando bienestar en los aspectos cotidianos de la vida, validando y prestando atención a todo aquello que no estamos apreciando y que tiene valor para nosotros.
Llevar un diario de gratitud puede conllevar a múltiples beneficios para la salud física y mental, como resultado de una práctica constante. Para ello, debemos considerar agradecer cada día por alguna situación, lo que nos obliga a ver el lado positivo de las cosas, hurgar con mayor detenimiento y darnos cuenta por ejemplo que tenemos el regalo de la vida entre otras cosas. Estos beneficios incluyen:
- Disminución de los niveles de estrés
- Percepción positiva sobre los pensamientos y la vida
- Desarrollo de la autoconciencia
- Mejora los parámetros en salud física (respuesta inmune, funcionamiento cardiovascular, entre otros beneficios)
- Mejora las relaciones interpersonales
- Incrementa las emociones gratificantes
- Incremento de la autoestima y la motivación
- Mejora la calidad de sueño
Recordemos que una simple palabra de agradecimiento puede generar cambios positivos gradualmente, tanto en nosotros mismos como en los demás. Ahora que conocemos la importancia y los beneficios de esta práctica, es recomendable integrar de forma constante en nuestra vida diaria, siendo lo más detallistas posible en cada expresión de gratitud, incluso en los momentos de descanso. De esta manera, lograremos un mejor equilibrio en nuestro bienestar emocional y disfrutaremos de una vida más plena y satisfactoria.»
Psic. Ana Dextre
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