Cuando la relación de los padres se termina y acaba con una separación, resulta complicado sobrellevar este tema con los niños producto de esta unión. Algunas veces, rehacer la vida se conviértete en una posibilidad lejana para algunos, sin embargo, es totalmente natural que cualquiera de los dos miembros inicie una nueva relación. Aunque no es exclusivo, muchas veces es el padre quien sale de casa e inicia una nueva etapa de su vida con una mayor distancia de sus hijos, esta condición hace que hasta cierto punto exista un mayor tiempo personal, más aun cuando la comunicación con la madre resulta insostenible y por alguna razón se impide la visita del padre o viceversa .
El tiempo y la distancia sin lugar a dudas, puede ser un momento difícil, pero como todo en la vida, la oportunidad de seguir adelante puede abrir un camino hacia una nueva relación, sabemos que no todos los casos son así, pero en particular en esta oportunidad nos estaremos refiriendo al momento en que el uno de los padres inicia una relación con otra persona después del término de la relación anterior, y producto de esta nueva unión surge la llegada de un bebé.
Muchos miedos surgen en el niño a raíz de la llegada de un hermanito que no es hijo de uno de los padres:
1- Mi papá (o mamá) ya no me va querer y se va olvidar de mi.
2- Si tiene otro hijo es porque no me quiere.
3- Ese niño me va quitar el cariño de papá (o mamá).
4- Si quiero a ese hermanito, mi mamá (o papá) se va molestar.
5- Si ese niño no es hijo de mamá (o papá), no es mi hermano.
6- Yo tengo que ser mejor que ese niño.
7- Mi papá (o mamá) nos dejó por otra familia.
8- Si papá (o mamá) tiene una nueva familia, ya no somos importantes para él (ella)
Todo lo descrito, dependerá de la condición y los mensajes que el niño pueda recibir del padre con quien convive, y la manera en cómo se llega a la separación, ya que no será lo mismo que los padres se separen por infidelidad o lo que es peor, por el descubrimiento de una familia paralela, en fin, la afectación al menor, está directamente relacionada con lo saludable o tóxico que pudo haber sido manejada la separación. Para no afectar más al niño, será importante tomar en cuenta lo siguiente.
1- Evita la alienación parental, es decir, no pongas a tu hijo en contra de su otro padre.
2- Diferencia que es posible que tu pareja te falle como tal, pero no significa que tenga que fallar como padre (o madre).
3- Deja claro que ambos padres ya no son pareja, pero que serán amigos para cuidar y estar en los momentos más importantes del niño.
4- Deja claro que la separación de los padres se debe a diferencias entre adultos y que no tiene nada que ver con el niño.
5- Hazle saber a tu hijo que es muy especial, único e irreemplazable.
6- Tu hijo debe saber que lo amas por quien es y que nadie ocupará su lugar en tu corazón ( tus afectos).
7- Si tu hijo conoce a tu nueva pareja, permítele acercarse y ser parte del proceso de crecimiento de la barriga.
8- Tu hijo debe saber que él tiene un lugar en tu vida así no vivan en la misma casa.
9- Dispón de un espacio en tu nueva casa para que tu hijo se sienta parte de tu nuevo hogar.
10- Nunca presiones a tu hijo a acercarse a tu nueva pareja, deja que eso se de poco a poco y fluya de manera espontánea entre ellos.
11- Debes ser tú directamente quien de la noticia a tu hijo para que respondas a todas sus preguntas, sin embargo, tu ex pareja debe saber que lo harás para poder contener o estar atenta a las dudas del niño.
12- No ocultes la llegada o existencia de un nuevo hijo, desde ya estarás empezando con un mal inicio que se verá como un engaño o algo malo que debió ser ocultado. Tienes que asumirlo y enfrentarlo.
13- Cuando nazca el nuevo bebé, permite que tu hijo mayor lo conozca y pueda participar de algunos cuidados con supervisión y compañía.
14- Puedes destacar que como hijo mayor, hay muchas cosas que podrá enseñar y compartir con su nuevo hermanito.
15- Es cierto que debes dar más atención a tu hijo mayor en un primer momento cuando está frente al recién nacido, sin embargo, no te acostumbres a enseñar a tu segundo hijo, a vivir a las sombras de su hermano.
16- Fomenta momentos de interacción y juegos a lo largo del tiempo donde puedas dar validez a las fortalezas de cada niño.
17- Mantén la objetividad, recuerda que tus hijos tienen hogares, reglas y costumbres diferentes, y aún así ambos son respetables.
18- No te dejes llevar por la culpa, la condición de medios hermanos no debe ser pretexto para consentir o maleducar a ninguno.
Finalmente, tus hijos podrán desarrollar un vínculo afectivo entre ellos aprendiendo a respetarse. Si no logras establecer una comunicación saludable entre tus hijos y sus familias, puedes buscar orientación profesional.
Psic. Sarela Quiroz
Psicoterapeuta
Yo Puedo psicología Integral.
991-988772