El término “persona favorita” ha ganado popularidad en los últimos tiempos, haciendo referencia a alguien con quien mantenemos un fuerte vínculo emocional y una cercanía afectiva dentro de un contexto social. Esta relación va más allá de sentirnos simplemente cómodos; se trata de establecer un lazo afectivo profundo, donde puede desarrollarse un apego hacia esa persona, con la expectativa de compartir experiencias en diversos niveles. Esto puede ser positivo, siempre y cuando el vínculo sea saludable, basado en la reciprocidad, la confidencialidad, el respeto por la individualidad y la independencia. Este tipo de relación permite que ambas personas crezcan juntas, nutriéndose mutuamente.
Aspectos importantes a considerar:
Soporte emocional
El soporte emocional es fundamental en una relación con una persona favorita. Se trata de brindar apoyo y contención en momentos difíciles, frente a la incertidumbre, el malestar o cualquier situación que cause sufrimiento o angustia. Este apoyo debe darse de manera espontánea, desde la compasión, con el genuino deseo de ayudar y la confianza suficiente para mostrar vulnerabilidad.
Validación
La validación implica comprender y aceptar a la otra persona, reconociendo sus razones y sentimientos, aunque no siempre estemos de acuerdo. No se trata de juzgar, sino de aclarar lo que percibimos como inadecuado, señalando el acto y no a la persona. Este enfoque evita críticas innecesarias y promueve un ambiente de confianza y entendimiento.
Confianza
La confianza es el pilar de cualquier relación sólida. Cuando conocemos a nuestra persona favorita, se crea un espacio seguro en el que podemos confiar plenamente. Sabemos que la otra persona no solo nos valora, sino que también mantiene discreción y nunca utilizará la información personal de manera que pueda perjudicarnos ni hará nada en nuestra contra..
Reciprocidad
La reciprocidad es clave para mantener el equilibrio en la relación. Se espera que el apoyo, la confianza y la validación que brindamos sean correspondidos. Esta reciprocidad fortalece el vínculo, asegurando que ambas partes estén disponibles en momentos de vulnerabilidad, así como en situaciones de celebración o disfrute.
Permanencia en el tiempo y la distancia
A veces, las circunstancias nos separan físicamente de las personas que más apreciamos. Sin embargo, cuando el vínculo emocional es sólido, puede perdurar a pesar de la distancia o el tiempo. Hoy en día, las herramientas tecnológicas facilitan mantener este contacto. Aunque los contextos e intereses puedan cambiar, un lazo bien cuidado puede mantenerse y seguir siendo beneficioso para ambas partes.
Afinidad
La afinidad suele ser la base inicial de la conexión con nuestra persona favorita. Compartir intereses, ya sean estudios, hobbies, sueños o valores, crea una base sólida para el desarrollo de este vínculo afectivo y se puede ir fortaleciendo en el tiempo.
Recuerda, tu persona favorita puede ser un amigo, un familiar, una pareja, o cualquier otro individuo significativo en tu vida. Sin embargo, es esencial evaluar que este vínculo no se convierta en una relación de dependencia.
Ten presente que aunque es importante sentirnos bien con los demás, la persona favorita más importante vive en tí, sin ella no habrá un vínculo saludable para establecerse con los demás. Comienza por valorarte y priorizar tu bienestar.
Psic. Sarela Quiroz Castañeda
Psicoterpeuta
Mg. En terapias Contextuales