“El TEP no existe, todo está en tu cabeza”
El trastorno por estrés postraumático es un problema de salud mental que se desarrolla luego de experimentar o ver algún suceso traumático.
Estas emociones fuertes crean modificaciones en el cerebro, por lo que sí “está en la cabeza”, pero es un trastorno completamente real.
“El TEP le pasa a los soldados o gente que vive en zonas de guerra”
Cualquier persona que pase o sea testigo de un suceso traumático que le hizo temer por su vida, ver cosas horribles o sentir impotencia frente a situaciones que no se pueden controlar, puede desarrollar TEP.
Claro, los soldados y gente en zonas de guerra están incluidos, de la misma manera que una persona que ha sufrido por delitos violentos, diversos tipos de agresiones, desastres naturales o que se ve expuesta debido a su trabajo (bomberos, socorristas, policías, etc.)
“Todos tenemos alguna clase de TEP, porque todos tenemos traumas”
Es verdad que la mayoría de las personas pasará por alguna clase de trauma a lo largo de sus vidas; sin embargo, no todas desarrollan TEP.
Para que una persona sea diagnosticada, tienen que manifestar una combinación de síntomas descritos en el DSM-V y que deben durar al menos 1 mes.
“No puede ser TEP, cuando sucedió el evento estaba tranquil@ y lo superó”
Los síntomas del TEP pueden desarrollarse en cualquier momento una vez ocurrido el suceso traumático. Pueden ser días después, semanas, meses o años, e incluso podrían aparecer y desaparecer a lo largo del tiempo. Lo único que no varía es que estos síntomas interfieren con las actividades diarias de la persona y su funcionamiento social, interpersonal y laboral.
“El TEP desaparecerá con el tiempo, solo es cuestión de resiliencia”
Aunque la resiliencia es fundamental para atravesar una situación difícil, el tiempo de recuperación varía entre las personas afectadas. A veces las emociones son tan fuertes que no se puede “seguir adelante” con tanta facilidad. Y eso está bien.
Sin embargo, eso no significa que las personas con TEP están condenadas para toda la vida. La asesoría psicológica, los medicamentos y el apoyo que puedan recibir de su entorno los ayudarán a adaptarse a su situación. Siendo realistas, los traumas no se olvidan ni se curan por más tratamientos que se realicen, pero si pueden disminuir los síntomas y devolverle a la persona la capacidad para disfrutar su vida.
PSIC. ANDREA GONZÁLEZ
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