Hablar sobre autonomía podría ser un tema discutible para algunos padres, quizá para algunos de ellos, que como cuidadores y protectores de sus pequeños están constantemente evaluando y observando que cosas son o no adecuadas para ellos. El temor inminente a que pueda suceder algo malo a sus pequeños es inaceptable, por ello, se prefiere realizar y evitar todo tipo de actividades en las que se puedan lastimar o existiera algún riesgo. Probablemente, consideren estarán listos cuando vean que su pequeño ya creció, no obstante, los verán siempre como pequeños, sin considerar que podemos enseñarle a ser autónomos desde una edad temprana sin exponerlos al peligro, empezando con tareas sencillas. En definitiva, cuando se habla de autonomía también se hace énfasis en la responsabilidad hacia sí mismo para tener autovalimiento.
Mediante pequeñas acciones se puede estar inculcando en el menor el sentido de responsabilidad y con ello la autonomía. Primero tienes que estar junto a tu pequeño para que le puedas enseñar de cómo debe hacerlo, luego solo lo supervisas y juntos resuelven en caso ocurra un problema, ya más preparado (a) es momento de dejar que realice la actividad de forma independiente, así fomentamos la autonomía con un apego seguro, donde los niños sepan que ante cualquier inconveniente pueden contar con el apoyo de sus padres. Esta experiencia les va a permitir, comprobar sus capacidades, ganar confianza y por otro lado adquirir estrategias que entrenen su responsabilidad y desarrollen este valor en su conciencia en los diferentes ambientes que interactúen.
Al fomentar la responsabilidad y autonomía de los niños, estamos contribuyendo a potencializar el desarrollo de su autoestima, elevar el nivel de confianza y aprender a tomar sus propias decisiones sin miedo a equivocarse.
Recomendaciones para fomentar la autonomía:
- Asignar de manera progresiva pequeños encargos adecuados para la edad y nivel de desarrollo del niño (vestirse, comer, higiene, poner la mesa, recoger sus juguetes, tender su cama entre otras)
- Fomentar la seguridad en sí mismo dejando que haga determinadas tareas de manera independiente, luego de una previa supervisión.
- Evitar la sobreprotección haciendo cosas por él o ella a pesar que pueda hacerlo.
A veces es difícil aceptar que los niños y niñas ya crecieron y que no necesitarán tanto a sus padres, pero desde otra perspectiva, es complejo que con todas esas enseñanzas se formen ciudadanos autónomos sin la necesidad que dependan de alguien para realizar las actividades que les gusta o que los haga feliz. Siempre existe un momento ideal para reestructurar la forma de criar a los pequeños, solo queda ponerlo en práctica ser constante y paciente.
Psic. Ana Dextre
Psicología Integral Yo Puedo
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