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Generalmente durante la temporada de verano, la mayoría de las personas disfrutan de un plan a la playa; sentados en la arena y ver el atardecer. Otros, solo contemplando el mar y sentir la brisa en todo el cuerpo; es una actividad que disfrutan y suele generar tranquilidad. Sin embargo, existe un grupo de personas que experimentan un sentimiento contrario, no pueden disfrutar como les gustaría, su temor elevado al mar y sus profundidades se los impide. Está sensación de temor irracional se denomina talasofobia, puede ser que no sea tan conocida por su nombre, pero dificulta la vida de las personas que la sufren, provocando frustración, impotencia pudiendo llegar al aislamiento.

En el contexto clínico, se define a la fobia como un trastorno de ansiedad que se caracteriza por un elevado miedo irracional e incontrolable, difícil de gestionar, ante algo que objetivamente no presenta un peligro concreto o que no es muy peligroso. En específico, no se trata de tener solamente miedo al agua, sino a lo que se pueda encontrar dentro y su amplia extensión, especialmente si se trata de una zona oscura o profunda.

Posiblemente, se sabe poco de este tipo de fobia, pero existen casos frecuentes que son intervenidos con eficacia por los profesionales referidos. Además,es importante diferenciar el miedo y la fobia, debido a que una gran cantidad de personas tienen cierto grado de miedo al mar y el océano, aunque no en todas se trate de fobia.
El miedo irracional no aparece solo cuando la persona está físicamente frente al mar o al océano, también puede desencadenar una simple fotografía o la imaginación. Aunque estas situaciones evidentemente no son peligrosas, desde la perspectiva y pensamientos de la persona, es un ambiente donde su cuerpo se mantiene en estado de alerta o genera rechazo.

Por otro lado, es importante delimitar los identificadores más resaltantes qué intervienen en esta fobia . Así, tenerlo presente y ser soporte de alguna persona que necesite ayuda, en un momento crucial.

  1. Miedo intenso y ansiedad, los principales síntomas relacionados son mareos, taquicardia, dificultad para respirar, espasmos musculares y tensión.
  2. Evitación de lugares donde se pueda exponer al mar, cómo vacaciones en la playa, buceo, o paseos qué impliquen atravesar el mar o el océano.
  3. Al enfrentar una situación relacionada con la cercanía al mar, desencadena un miedo desbordante y pensamientos catastróficos qué le generan ansiedad.

Existen técnicas y tratamientos que pueden ayudar a superarla de manera continua y el tiempo dependerá de las técnica que emplee la terapeuta y el compromiso del paciente. Una intervención temprana reduce los riesgos a futuro.

Psic. Ana Dextre
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